El Ministerio de Economía colocó este jueves $46.400 millones y cubrió los vencimientos de la semana por cerca de $13.000 millones. El grueso del financiamiento provino de los títulos ajustados por inflación, un instrumento que volvió a captar la atención de los inversores ante las señales de aceleración de los precios.
La secretaría de Finanzas recibió 409 ofertas por $52.500 millones, de los cuales adjudicó cerca del 90%. Dentro del menú ofrecido, el apetito se concentró en las letras ajustadas por inflación (LECER) a julio del año próximo, una opción buscada por los bancos, que captó más de $31.000 millones con una tasa real positiva del 2,84%.
La inclinación por ese título coincidió con la difusión del dato de inflación de septiembre, que fue del 3,5% y significó la mayor suba en los últimos cinco meses. “El grueso de los fondos lo aportaron de nuevo los bancos via CER, la liquidez bancaria, monetariamente expansiva, sigue salvando la ropa del Programa financiero”, dijo el economista Gabriel Caamaño en Twitter.
Finanzas también reabrió letras a tasa fija (LEDE) a enero y febrero de 2022, con tasas del 40,99% y 41,23%; y bonos a tasa badlar a febrero de 2023 con un rendimiento positivo del 1,9%. La canasta se completó con el debuto de la Letra de Liquidez del Tesoro (LELITE) con plazo hasta el 8 de noviembre a una tasa predeterminada del 33,75% anual.
El equipo de Martín Guzman apuntaba a ampliar el abanico de inversiones y atraer con ese nuevo papel a los Fondos Comunes de Inversión, en cuyas carteras hay $3 billones en mercados de dinero de corto plazo. Sin embargo, su lanzamiento -con guiño del FMI- no generó el impacto esperado, ya que solo captó $3.500 millones, menos del 10% de lo adjudicado este jueves.
“La licitación es buena, ahora hubo prorrateo de Leliqs entonces gran parte de la plata que captó el Tesoro fue lo que dejó la mesa del Banco Central, básicamente pasó de una mano a la otra”, explicó un operador.
Por lo pronto, desde Finanzas anticiparon que la CNV “ajustará” este viernes la normativa ante las diferencias de interpretación suscitadas. Según la norma, se pueden cancelar hasta el 40% del valor adjudicado, pero los funcionarios precisaron que ese límite debe calcularse sobre la cantidad de títulos.
“En las próximas licitaciones habrá más apetito de fondos que aún están evaluando”, sostuvieron. Y minimizaron que haya riesgos por ofrecer títulos de tan corto plazo: “Esta es una fuente de financiamiento complementaria, no va a ser la principal, permite financiarse barato y entrar en un mercado que no estabamos pudiendo colocar financiamiento”.
Con esta licitación, el Tesoro obtuvo un financiamiento neto de $32.200 millones y logró en octubre una tasa de renovación del 171%. En lo que va del año, el fondeo neto es de $480.000 millones y la refinanciación del 118%. La próxima licitación será el jueves 27 de octubre.