River es un mundo de sensaciones. Que se mueven como en una montaña rusa mientras se espera por la decisión de Marcelo Gallardo. Y la expectativa crece a medida que pasan los días. La semana que viene, ya pasadas las elecciones, podría darse el anuncio que tiene en vilo a millones de hinchas.
La próxima semana puede ser determinante. Y en River hay esperanzas de que el Muñeco anuncie lo que todo River espera, que es su continuidad al frente del equipo. En las últimas horas se respira optimismo en Núñez, más allá de la cautela que esta situación requiere, por tratarse del hombre que cambió la historia futbolística moderna del club y que tantas alegrías le dio en los siete años y medio que lleva como entrenador.
El sábado a la noche River conocerá quién es su nuevo presidente, luego del acto eleccionario que se celebrará en el Monumental. Y las encuestas marcan que los socios elegirían el proyecto oficialista, con Jorge Brito como candidato. Entonces, se espera que no solo haya continuidad en el plano dirigencial, sino también en el futbolístico, con Gallardo a la cabeza, claro.
Desde la dirigencia se mantienen tranquilos pero a la vez hay confianza porque no lo ven a Gallardo yéndose a otro lado (consideran que a la Selección de Uruguay no le cerró la puerta al instante solo por cortesía) y no lo imaginan mucho tiempo en reposo. Además tuvieron algunas señales positivas en las últimas horas. Lo que sí entienden es el cansancio que el Muñeco tiene, expuesto y visible en las declaraciones tras la consagración en el torneo, luego de la goleada a Racing el jueves pasado. Y en ese agotamiento, está claro que la organización del fútbol argentino juega en contra. Al margen, consideran que el calendario del 2022 puede ayudarlos. “El año que viene será un año corto, de ocho meses, con competencia entre febrero y octubre, por el Mundial. Esto puede jugarnos a favor“, le comentó a Clarín un dirigente que formará parte de la lista oficialista.
Gallardo levanta la copa de la Liga Profesional. Otra copa para el DT. Foto: REUTERS/Agustin Marcarian
El Mundial de Qatar se jugará entre mitad de noviembre y mitad de diciembre. Entonces, la competencia a nivel clubes se parará a fines de octubre. Al menos un año más de Gallardo sería vital para la nueva etapa y le daría más efecto al slogan de continuidad que marca el oficialismo.
Un día después de las elecciones, River jugará contra Defensa y Justicia en su cancha (el domingo a las 21.30) y el Monumental será un escenario de emociones. Es que, ganada ya la Liga local, empieza a definirse otro título para los hinchas, el de la continuidad de su entrenador. Y seguramente atronará el “Gallardo es de River, de River no se va”. ¿Habrá anuncio en la conferencia de prensa posterior al encuentro con el equipo de Florencio Varela? ¿O se dilatará unos días más?
La semana que viene coincide con el festejo del tercer aniversario de la final de la Copa Libertadores que River le ganó a Boca en Madrid. El jueves 9, desde las 17, habrá una caravana de hinchas desde el Obelisco al Monumental para festejar la gesta del Bernabéu. La organizan la Subcomisión del hincha, agrupaciones, movimientos y filiales del club. Y al llegar al estadio, se encontrarán con una imagen que les dará éxtasis.
Al lado de la estatua de Angel Labruna, a pasos de la puerta del museo, mirando a la Avenida Figueroa Alcorta, estará la de Gallardo. La dirigencia le dio la autorización a Carlos Trillo, candidato a presidente e impulsor del homenaje de bronce al Muñeco, para instalar la mole que pesa 6,7 toneladas, mide más de siete metros (así, se convertirá en la estatua más grande del mundo, superando a la de Angelito, de 6,7 metros y 6,3 toneladas) y tiene la cara del técnico más ganador de la historia “Millonaria”. Esta escultura, cuyo proyecto nació a través de un mensaje de WhatsApp que Trillo le envió a Mercedes Savall, la creadora de la obra, un día antes de la final en Madrid, será inaugurada el jueves.
Ahora, la instalación de la estatua, ¿qué efecto producirá en la cabeza de Gallardo? Solo él lo sabrá. Es una cuestión personal. Este tipo de homenajes en vida no son comunes. ¿Lo puede convencer para seguir o puede producir el efecto contrario y marcarle un punto final a su ciclo? Esa situación tal vez haya sido puesta en la balanza del análisis introspectivo que hizo el Muñeco durante los tres días que le dio -y se dio- de descanso al plantel antes de retornar al trabajo este jueves.
Con tanta algarabía y ante la posibilidad de que llegue mucha gente a las inmediaciones del Monumental, no se descarta que se abra el estadio. ¿Ya tendrán los hinchas a esa altura la confirmación de Gallardo? Es posible. O no. Tal vez, si el anuncio es positivo, el Muñeco lo haga ese mismo día. Lo cierto es que, en cuestiones de horas River pasó del festejo por el título a la incertidumbre y la angustia por las palabras con aroma a despedida de Gallardo. Y en menos de una semana al optimismo y la ilusión por la continuidad del Muñeco. Sí, River es un mundo de sensaciones.