El gobierno del presidente Jair Bolsonaro echa de Brasil al representante permanente del Fondo Monetario Internacional en el país, luego de que las quejas sobre las estimaciones económicas de la institución se convirtieran en una disputa diplomática.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo el miércoles que Brasil no reconocerá la oficina del FMI a partir del 30 de junio próximo, cuando venza el plazo del representante actual.
El funcionario criticó este miércoles al Fondo Monetario Internacional (FMI) por divulgar, según dijo, previsiones desacertadas sobre el crecimiento del país e invitó al órgano a hacer pronósticos “en otro lugar”.
Para Guedes, el Fondo citó el desempeño del país durante la pandemia como un ejemplo de las fallas de la institución. Sin embargo, refutó el análisis del organismo internacional porque “el producto interno bruto se redujo alrededor del 4% en 2020, mucho menos que la contracción estimada del Fondo de más del 9%”.
“Me gustaría decir, con mucha delicadeza, que estamos hasta prescindiendo de la misión del FMI”, señaló Guedes, un liberal ortodoxo de la Escuela de Chicago, en un encuentro con empresarios en San Pablo al que acudió el presidente Jair Bolsonaro, en compañía de otros ministros.
“El FMI fue útil en el pasado, pero Brasil ha hecho un trabajo extraordinario en el área fiscal”, dijo a CNN Brasil en una entrevista, poco después de anunciar su decisión durante un evento en San Pablo. “No lo necesitamos estacionado en el país”.
En un comunicado, el Ministerio de Economía agregó que la oficina del FMI en Brasil se volvió “obsoleta” desde que el gobierno pagó por completo sus préstamos con la organización con sede en Washington en 2005.
Por su parte, el FMI dijo estar de acuerdo con la decisión de Brasil. “Esperamos que continúe la alta calidad del compromiso del personal del Fondo con las autoridades brasileñas, ya que trabajamos de cerca para apoyar a Brasil en el fortalecimiento de su política económica y su marco institucional”, dijo un portavoz del Fondo.
Insatisfacción prolongada
La decisión de Brasil de cerrar la representación del FMI en Brasilia refleja una creciente insatisfacción con la institución que se había estado gestando durante bastante tiempo, según una persona con conocimiento de la situación.
El malestar comenzó cuando la organización publicó sus estimaciones económicas 2020 para Brasil. Después de varias discusiones con el personal del FMI sobre métricas y modelos para estimar el PIB en un momento de crisis como una pandemia, Guedes sintió que el Fondo no tomó en consideración los puntos de Brasil, dijo una fuente cercana a las partes, que pidió el anonimato porque la discusión no es pública.
Con información de Bloomberg
SN