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Círculo rojo celebra suba de tasas pero reclama “plan integral” para no enfriar la economía

La definición de la mesa del Banco Central de elevar en 300 puntos básicos la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, pasando de 49% a 52%, tuvo una rápida respuesta de los agentes económicos. El mismo jueves, pocas horas después de confirmarse la suba de tasas el dólar blue y los dólares financieros bajaron un poco la efervescencia que habían mostrado en las rondas previas. La nueva vara implica una tasa efectiva anual del 66,5%. A tono con el compromiso que se firmó con el FMI de que se apunte a tasas reales.

La sexta intervención del Central en lo que va del año también elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 53% anual.

Volviendo al dólar, el blue retrocedió $1 el jueves y $8 respecto del valor del martes pasado. Cerró la semana en $216. Los dólares financieros calmaron algo su suba y rondaron los $230.

Se sabe, el plan A del gobierno para contener la suba del dólar y anclar expectativas inflacionarias es una suba de tasas que torne más atractivas las herramientas en pesos y el ahorro. Pero el punto clave es dotar a todas las decisiones que se tomen en materia de política económica de una capa de “confianza”. Algo que al gobierno le cuesta cada vez más.

Mirada privada. Por ahora, la presión sobre el dólar se buscó combatir con suba de tasas y no se vieron nuevos movimientos en torno a un ajuste más fuerte del cepo o a un mayor freno al goteo de divisas vía importaciones.

Pero en el sector privado, al menos el que refiere al que componen cámaras y entidades empresarias de Córdoba reina la desconfianza y la falta de expectativas.

Al respecto, Miguel Zonnaras, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) remarca que la suba de tasas es una de las herramientas que tiene a disposición el gobierno cuando intenta controlar ciertas variables que no están en control, pero que va a generar un enfriamiento en el camino de recuperación económica. Pero reclama un enfoque más amplio:

“La suba de tasas es necesaria, pero para tener una contención de la inflación necesitamos un plan multivariable. Una es la variable tasas, pero otra importante son las expectativas de los agentes económicos. Hay que esperar a ver cómo los agentes económicos se empiezan a comportar para ver cómo la propensión al consumo empieza a ir a la propensión al ahorro. Enfriar dinero del circuito del consumo”.

-¿Preocupa que se esté yendo a un camino de encarecimiento del crédito?

-Bueno, sin duda. La tasa de interés es un costo extra que tiene la actividad económica. Si las tasas suben, lamentablemente esto va a generar una presión sobre los costos de los productos como tantos otros insumos o costos están generando presión. El tema es ser muy cuidadosos en que el enfriamiento no sea tal para no tener un contexto como tuvimos en el pasado donde el costo del financiamiento para producir se hizo muy caro en el medio de un consumo muy deprimido. Esa doble ecuación, para la actividad económica es realmente muy complicada.

Es necesaria la suba de tasas para contener la inflación que está en valores muy riesgosos, pero hay que focalizar en el enfriamiento del consumo y no en el enfriamiento de la oferta porque el enfriamiento de la oferta o de la producción también es un generador de inflación. Lo que estamos pidiendo son fomentos de un financiamiento competitivo para los que ofertamos bienes y servicios.

-¿Líneas subsidiadas?

-Líneas competitivas, porque si no podemos colocar producto en el mercado interno, pero sí podemos colocar en el mercado externo eso genera un círculo virtuoso que se necesita y que son divisas genuinas. El país tiene una agenda de competitividad enorme. Hay que aprovechar las oportunidades que nos ofrece un mundo muy complejo.

-La idea sería que haya la sintonía fina, que no se pudo aplicar antes.

-Sin duda. Por eso hablamos de un plan. No podemos estar con una variable única, tiene que ser un plan consistente y multivariable, sino el efecto va a estar lejos de lo deseado.

Base política. Desde la Unión Industrial de Córdoba (UIC), su vicepresidente, Ércole Felippa plantea que el problema es de fondo, y de naturaleza política.

“Argentina tiene un problema económico cuya base es más política que económica. Creo que hay falta de confianza en los distintos actores y eso genera que cualquier medida que se tome desde el gobierno no cumple el efecto esperado, por esa falta de confianza. Creo que falta un liderazgo político que sea capaz de hacer las reformas necesarias para volver a hacer que el país crezca. Es muy difícil tomar decisiones que generen reformas si en el mismo gobierno no se ponen de acuerdo. Hay que definir un rumbo, un plan y que todos estén convencidos de lo que se aplica. Hoy no tenemos un plan y si lo tuviéramos no se lleva adelante por las discusiones internas, lo vimos con el tema tarifas. Es un contexto muy difícil, que preocupa”.

-¿Le queda tiempo a esta gestión para generar confianza?

-No sé si hay voluntad o decisión política. Al ministro de Economía le tocó un contexto muy difícil, pero tiene un desgaste importante dentro del gobierno. Si en un cambio de gabinete entrara un equipo, un equipo, no un ministro, un equipo con un liderazgo fuerte dispuesto a hacer reformas de fondo, la confianza se genera. Pero las actitudes que uno ve todos los días, en los discursos del presidente o de algún funcionario, van en sentido contrario.

-¿Cómo ven la medida puntual de suba de tasas?

-Es una medida necesaria, pero no suficiente. Le va a quitar presión al dólar, pero si es una medida aislada que no está acompañada con una serie de medidas que tiendan a la reducción del déficit, a la menor emisión monetaria y demás, por sí misma no sirve, corre por detrás. Sigue siendo negativa porque la proyección de la inflación sigue más alta.

Desde el lado del mercado, Manuel Tagle, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba festejó la suba de tasas como un primer paso.

“Estamos subiendo la tasa de interés para frenar la inflación. Aleluya por la noticia. En una época decían que las tasas de intereses que había por las Leliqs eran suicidas. Era cierto, eran muy altas, por dos ingredientes, la inflación y la desconfianza que generaba el posible triunfo del gobierno de los K. Entonces la tasa se había ido muy alta. No hay forma de combatir la inflación si no hay tasas de interés positivas y con la mayor confianza posible para que no sea tan alta y doblegar el proceso inflacionario y avanzar hacia una estabilización monetaria. Esa es la plataforma para lo que se necesita, la estabilidad monetaria. Este gobierno está aprisionado por sus errores y no lo van a hacer”.

En tanto, el titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa, el expresidente del Central, Guido Sandleris diagnóstico un complejo panorama:  

“Entre enero y abril de este año el gasto público está creciendo 15% interanual real, es decir todo eso por encima de la inflación. Y la recaudación está creciendo 3% interanual en términos reales. Es decir, el déficit fiscal está creciendo. Lo contrario sucedía hace un poco más de un año. El gobierno se había asustado con el aumento de la brecha y generó un comportamiento fiscal. Entre noviembre de 2020 y mayo del año pasado fue más prudente. Eso terminó con el “Plan platita” para las elecciones y empezó este insostenible aumento del gasto público”, explicó.

“Hoy el exceso de pesos está presionando sobre los precios y está empezando a presionar sobre el tipo de cambio y hace que el precio de los títulos públicos haya sufrido y genera dudas acerca de como continúa el programa financiero”, dijo.

En esa línea analizó qué pasa en una economía en la que sobran tantos pesos: “por un lado, una parte de la gente va y compra bienes y servicios y es parte de esa bonanza económica que se ve en la primera parte del año, una recuperación acotada. Otros con esos pesos compran dólares en el mercado paralelo. La compra de bienes y servicios genera más presión sobre la inflación y sube la demanda de importaciones. La compra de dólares presiona sobre la brecha, que creo que va a ir creciendo. Cuando la brecha crece los incentivos se distorsionan, los importadores tratan de adelantar importaciones, los exportadores tratan de evitar liquidarlas y el Banco central empieza a perder reservas”.

Y para concluir su análisis Sandleris describió los caminos posibles que tomaría el gobierno:

“Veo dos. Uno que siga todo igual, pero con más restricciones cambiarias y a las importaciones, pero se mantiene el gasto público creciente. Eso genera menos crecimiento por las restricciones y un riesgo importante de crisis, de cierto desborde inflacionario. No una híper inflación, pero sí un salto inflacionario. Ya vimos uno, este año vamos a tener 80%, pero puede ir todavía más allá”.

“El otro camino es hacer algo de ajuste fiscal y acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial para tratar de reducir un poco la brecha y lograr comprar un poco de reservas. Creo que es menos probable que se logre consenso interno para esto. Ese camino también genera en el corto plazo menos crecimiento, pero reduce los riesgos de un cimbronazo. El gobierno está atrapado en ese dilema hoy”, concluyó.

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