La Cámara de Diputados se dispone a debatir una vez más la polémica ley de Alquileres que rige desde hace dos años y a pesar de las múltiples críticas que cosechó, aún sigue trabada en el Congreso.
Las comisiones de Legislación General y Presupuesto fueron citadas hoy para debatir dos posiciones con diferencias sustanciales: por un lado, el Frente de Todos propone mantener la norma votada hace tres años que incluye los contratos a tres años y la actualización anual de los alquileres según un índice (ICL) que elabora el Banco Central. Y por el otro, Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal buscan llegar a un dictamen único para impulsar sus propuestas de cambios en la legislación como retraer la duración del contrato a dos años y la libre pactación de los aumentos entre las partes.
Las únicas coincidencias entre las posiciones tienen que ver con los beneficios impositivos: permitir que no paguen Bienes Personales por 15 años aquellos propietarios que pongan sus viviendas en alquiler, aunque con un monto tope de $ 30 millones, y los monotributistas.
El consenso actual es que el mercado de alquileres necesita incrementar la oferta. Sucede que, desde que rige la nueva ley (julio del 2020), muchos inmuebles fueron sacados del mercado de locaciones debido a la incertidumbre que genera entre los propietarios.
“Realmente esperamos que los bloques que conforman la oposición se pongan de acuerdo porque no hay mercadería para ofrecer”, dice Marta Liotto, presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI). Según la directiva, “La poca gente que se acerca a las inmobiliarias pregunta si hay propiedades en alquiler. Lo único que hay son monoambientes, que no sirven para satisfacer la demanda del grupo familiar”, sostiene Liotto.
El sector inmobiliario espera así, que los bloques opositores logren un dictamen unificado de minoría, ya que el Frente de Todos tiene los números para imponer el de mayoría. Luego de la firma del dictamen los legisladores podrán tratar el proyecto en el recinto.
La reunión de los legisladores -pautada para la mañana- “es una buena oportunidad para destrabar el tema porque ya hace dos años que estamos detrás de él sin poder solucionarlo. Mientras tanto, los precios están creciendo muchísimo: estamos terminando junio con un alza del 56%”, recordó Liotto.
Las inmobiliarias esperan, ansiosas, los cambios pretendidos por los dos bloques opositores porque “el oficialismo quiere agudizar los controles pero el mercado fluye solo si hay libre pactación entre propietarios e inquilinos”, repite la referente del CPI.
En cambio, desde Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz, resume sus expectativas respecto de la próxima reunión de los legisladores: “Espero que a pesar de que se logre la media sanción a la modificación a la ley de alquileres, el Estado cumpla con su obligación y controle el cumplimiento de la ley que aún está vigente, y que lo estará hasta el 2024 cuando pueda ser tratada en el Senado”.
“Lo peor para los nueve millones de inquilinos de la Argentina, es que alquilar una vivienda sea la ley de la selva, o la ley de las inmobiliarias. Seguiremos defendiendo el plazo de tres años, la actualización anual y la oposición deberá explicar en qué beneficia a los inquilinos tener contratos más cortos y aumentos sin control y cada seis meses”, opinó el dirigente.