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¿Cuándo empezamos a hablar de ‘riesgo país’? Cuando el Mingo soñó la salida del 1 a 1 y el euro

«Vamos con el euro».

Febrero de 2001. Reunión cerrada en la torre de JP Morgan en Manhattan. Domingo Cavallo contó a un grupo de inversores que había llegado el momento de modificar la relación 1 peso = 1 dólar (Convertibilidad) en la Argentina. Y que el esquema legal vigente debía tener en cuenta el precio de otra moneda, además del dólar. “El euro”.

El mercado tomó la noticia de la mejor forma.

Es que el ‘peligro’ de Argentina en esos días no era una depreciación de su moneda como había sucedido en otras experiencias. Más bien era si el país tenía los dólares para repagar sus deudas sin la posibilidad de devaluar. Y Cavallo pensaba que si el peso flotaba entre dos bandas (euro y dólar), bueno, las chances de repago mejoraban porque el peso así estaba demasiado apreciado. Ergo, había riesgo de incumplimiento de pago.

El semáforo que medía ese temor no era otro que la diferencia entre el rendimiento de los bonos a diez años de un título del Tesoro de EE.UU. y uno de la Argentina. Estaba en 900 puntos a inicios de 2001. Empezamos a hablar del riesgo país.

Los analistas de JP Morgan volcaron las palabras del entonces ex ministro de Economía en un memo a sus clientes. Comenzaba el terror.

José Luis Machinea era el ministro de Economía por entonces. A las pocas semanas se fue. Llegó Ricardo López Murphy, quien también salió pronto y Cavallo arribó con su idea del euro bajo el brazo.

«El dólar estaba muy caro», explicó una vez.

En ese entonces se recibían 90 centavos de dólar por cada euro. En 2008 esa relación llegó a 1,5. Esta semana volvió a bajar a 1 a 1. Hoy se vuelve a hablar de un dólar fuerte.

“Estábamos en medio de una crisis financiera en 2001 —recordó Cavallo al Económico—, las expectativas entre los tenedores de bonos y depositantes eran de dudas sobre la capacidad de repago de la economía”.

En el lapso de un mes, en abril de 2001, Cavallo hizo un road show con su idea del euro. Fue antes incluso de enviar el proyecto al Congreso de ampliación de la convertibilidad y de que fuera sancionado en el Senado (junio). A su gira lo acompañaba su equipo: los economistas Daniel Marx, Guillermo Mondino y Federico Sturzenegger.

Marx, que negociaba con los acreedores, veía desde la trinchera cómo el ruido de la propuesta de ampliar la convertibilidad hacía subir el riesgo país y los temores del mercado.

La primera escala de aquel road show fue en un edificio de 22 pisos en Manhattan, muy cerca del de JP Morgan donde había ido en enero. Cavallo desayunó en el 33 de Liberty Street, en el edificio de la Reserva Federal, con su presidente, William McDonough, y una quincena de banqueros más entre quienes estaban William Rhodes, del Citibank. Entre café y ensalada de fruta, les contó su idea de modificar la convertibilidad introduciendo el euro y explicó por qué eso sería beneficioso para la Argentina. Los presentes tomaron nota sin hacer ningún comentario.

La segunda intervención suya ocurrió en las jornadas monetarias del Banco Central de abril de 2001. Participó de una mesa llamada «Los ministros de Economía de la convertibilidad». Acababa de aterrizar de EE.UU.

Estaban sentados Machinea, Roque Fernández y López Murphy. Cavallo ingresó caminando por el medio de un pasillo y pisando una alfombra roja, tal como un líder. Luego de escucharlos y decirles que “no habían comprendido la convertibilidad”, explicó su idea del euro. «Si ése hubiese sido el sistema monetario argentino hacia fines de 1993, esta crisis de la producción frutícola y las economías regionales no se hubiera producido o su impacto hubiese sido mucho menor».

Por último, Cavallo voló a Londres. Cuando llegó, leyó que Financial Times y The Economist, dos de las tres publicaciones económicas más prestigiosas del mundo, sostenían que Cavallo quería modificar el único elemento que daba estabilidad a la economía argentina y que sería un error: la introducción del euro.

Cavallo solicitó un auto y viajó hasta la redacción de FT, entonces ubicada en London Bridge. Conversó con los editores del diario sobre por qué era una buena idea introducir el euro en la convertibilidad. Financial Times publicó una columna suya al día siguiente en donde defendía su postura y contestaba las críticas.

El riesgo país ya había cruzado los 1.000 puntos básicos. La Argentina superaba por primera vez a Turquía y Brasil. «Los mercados no comprenden ni la política ni la economía real de la Argentina», decía Cavallo en Londres.

Por esos días, el 19 de abril de 2001, Néstor Kirchner anunciaba su candidatura a presidente para 2003. Fue en el club Unione e Benevolenza. En primera fila estaban Alberto Fernández y Cristina Fernández. Kirchner estaba a favor del 1 a 1.

El euro finalmente llegó a 1 a 1 como pensaba Cavallo. Pero ocurrió dos años más tarde. «Trichet me dijo que el euro se iba a apreciar», contó Machinea tiempo después. Jean-Claude Trichet era por entonces presidente del Banco Central de Francia. Y un par de años más tarde, se convertiría en el presidente del Banco Central Europeo.

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