A medida que se acerca el 2023 se intensifican los debates sobre candidatos, pero también sobre el método electoral. Mientras avanza la polémica sobre la continuidad o no de las PASO, Juntos por el Cambio pretende que avance al Senado el proyecto de la Boleta única de Papel (BUP) que ya tiene media sanción.
Sin embargo, todavía no cuentan con la cantidad de legisladores necesarios para garantizar un quórum propio y el oficialismo, en su mayoría, no apoya la propuesta.
Esta boleta única implicaría que en el cuarto oscuro haya un solo papel en el que los votantes deberán marcar a quién votan. Esta iniciativa fue aprobada el 8 de junio en la Cámara Baja con 132 votos afirmativos, 104 negativos y 4 abstenciones.
En esa oportunidad, Juntos por el Cambio tuvo el apoyo del Interbloque Federal que integran, entre otros, Graciela Camaño y Florencio Randazzo, pero obtuvo la negativa del Frente de Todos y la abstención del Frente de Izquierda.
El proyecto, desde entonces, fue girado el 13 de ese mes a la Cámara Alta, de donde aún no se movió. Deberá antes, ser dictaminado por las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, a cargo de los oficialistas Guillermo Snopek y Oscar Parrilli, hombre de estrecha confianza de Cristina Kirchner, presidenta del Senado.
Pros y contras de la boleta única
Para la oposición el nuevo sistema permitiría ahorrar gastos en impresiones y evitar que algunas listas –como pasa hoy al estar separadas– sean robadas o desaparezcan.
“Si hay algo que encarece las elecciones es separarlas y hacer varias en lugar de una sola y, ver que hablen de suspender las PASO por una cuestión de deficiencia presupuestaria es, como mínimo, una mentira. La forma más eficiente que tiene el Estado de ahorrar recursos es, en principio, hacer elecciones conjuntas, nación, provincias y municipios, y, en segundo lugar, implementar la Boleta Única en Papel”, destacó el diputado radical Emiliano Yacobitti. “Con eso no solo ahorrás dinero, si es que ese es el problema, sino que también es más ecológico”, agregó.
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Del otro lado, el jefe del interbloque de senadores del Frente de Todos en la Cámara Alta, José Mayans, advirtió, en su momento, sobre las posibilidades del proyecto de cambiar la forma de votar en el país. “No es tan fácil que se apruebe acá. En la Argentina hay un nivel de transparencia muy fuerte. La boleta única es una idea que en algunas partes fracasó, como el voto electrónico, por la manipulación del sistema”, sostuvo.
Según el oficialismo, este cambio no solucionará los problemas del actual esquema sábana y, además, acortará la visibilidad de los candidatos de las listas, ya que el BUP solo tendrá impresos los nombres de los primeros cinco candidatos y en filas horizontales.
Por último, deberán ser claras las explicaciones para votar, ya que se deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría: si marca dos o más casilleros el voto se considerará nulo.
Este sistema ya se utiliza en cinco distritos del país, entre ellos en provincias como Córdoba y Santa Fe.
RB / MCP
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