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Autopsia al teléfono de Sabag Montiel: ¿quién lo mató?

El teléfono de Sabag Montiel llegó vivo a la pericia, pasó por las fuerzas de seguridad que lo manipularon y terminó muerto. ¿Pero que lo mató?

Por Julio López

23/09/2022 – 13,43hs

El teléfono que le fuera secuestrado a Fernando Sabag Montiel estaba prendido, mostraba una pantalla en la que pedía un patrón para ser desbloqueado. Es decir, un teléfono funcional 100%.

La jueza María Eugenia Capuchetti pide que se lo perite, la Policía Federal Argentina toma un equipo para apertura y extracción llamado UFED de la firma israeli Cellebrite con la licencia 4PC y lo intenta peritar. Hace al menos dos maniobras.

Ante la imposibilidad de apertura del mismo se le informa a la jueza que la mejor alternativa es despachar el teléfono para la PSA en donde tienen un UFED con licencia Ultimate el cual puede abrirlo y peritarlo.

Que el teléfono sale rumbo a la PSA en un sobre que no estaba cerrado, que llega a destino exhibiendo una cartel de “Warning” y ya no pedía patrón.

(Así se veía el teléfono)

Que la perito de la PSA advierte esta situación y la detalla en un escrito.

Que el teléfono al final del día ya mostraba signos de haber sido reseteado de fábrica.

Aníbal Fernández, responsable de la PFA que está bajo su cartera, declara que la policía no “manipuló el teléfono”, contradiciendo los hechos.

Hasta acá son los hechos reconstruídos.

Y ahora una catarata de preguntas

Cuando la PFA tomó el teléfono, sabía que con ese modelo y con el patrón como protección, el equipo UFED con la licencia 4PC Logical no podía y no tenía chance de abrirlo. 

  • 1.- ¿Por qué lo manipulo? ¿Fue acaso un show para hacer que hacían algo o solo para raspar lo más fácil de la información que era la tarjeta de memoria extraíble del teléfono? 
  • 2.- ¿Por qué no se derivó directamente el teléfono desde el comienzo a la PSA?

(Ver tabla de lo que pueden hacer cada licencia de UFED)

Según la lista aportada por la propia Cellebrite, el UFED 4PC Logical no tenía la capacidad de “file system extraction” y “physical extraction” que sí lo tenía el UFED 4PC Ultimate de la PSA y que era imprescindible para la pericia.

Qué se extrae de cada método de extracción

  • 3.- ¿Por qué la PFA tuvo que peritar el teléfono en sede judicial pero a la PSA se le envió el teléfono a sobre abierto?
  • 4.- ¿Por qué ninguno de los involucrados durante la pericia tenía la certificación vigente para operar estos equipos? 
  • 5.- Sabiendo la envergadura del caso y fricción social y política que envolvió desde el primer segundo a la Nación, ¿por qué no se pidió supervisión por parte del fabricante Cellebrite para dar el conforme del procedimiento sobre el equipo, ya que en el fortuito caso de perder la prueba, todos estarían de acuerdo en el mejor procedimiento realizado?
  • 6.- Según un documento de la propia Cellebrite, indicó a un perito de alguna parte del mundo que ante ese cartel exhibido por el teléfono, la información no estaba en peligro, indicando así un procedimiento de rescate. Entonces, ¿cómo fue que el teléfono pasó a mostrar signos de haber sido reseteado de fábrica?

Por si no se entiende, el estadio de recepción de la PSA según consta en el juzgado fue de exhibir un cartel de “warning” pero el estado actual del teléfono muestra otra cosa, muestra haber sido restaurado de fábrica. Como cuando uno recibe un teléfono nuevo.

Acá había un solo trabajo, una joya de la corona, una reina a proteger, todo eso era ese teléfono y lo perdieron.

Los Simpson son el Martín Fierro de nuestros tiempos y seguramente muchos encontrarán algún capítulo que describe y da sentido a este evento. 

El que yo elijo está basado en el deterioro del hospital público de Springfield en el que la primaria organiza una obra de teatro para recolectar fondos, invitan a Mr Burns con el objetivo de sensibilizarlo y sacarle dinero.

La obra de teatro era Rapha haciendo de doctor y dando un diagnóstico equivocado a un paciente que yacía en la camilla al que termina decapitando mientras que una voz en off preguntaba si quisieras que por una accidente termines en un hospital público con doctores como Rapha.

Durante todo este tiempo, la vicepresidenta pudo comprar salud en el hospital Otamendi, educación mandando sus hijos a escuelas privadas o en el exterior. Pero en el atentando contra su propia vida, no pudo comprar una fuerza de seguridad que protegiera la principal prueba para saber quién y cómo se perpetró el plan para acabar con su vida.

Quizás hay que hacer una obra de teatro para que entiendan que la precarización de las instituciones es un problema que nos alcanzará a todos, incluso los más ricos o los más poderosos.

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