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El peronista que gobierna la capital de la provincia más antikirchnerista: “Los halcones son producto de los consultores”

Es un caso atípico en Córdoba. El peronista Martín Llaryora fue dos veces intendente de San Francisco y hace casi tres años ganó las elecciones en la capital provincial, por lo que se convirtió en el político que gobernó dos ciudades distintas en la provincia. Alineado a Juan Schiaretti va por la gobernación, explica cómo surgió el rechazo de los cordobeses al kirchnerismo y critica a los dirigentes porteños.

A días de cumplir 50 años, Llaryora subió prácticamente a todos los escalones de la carrera política. Hizo el secundario en la Escuela Técnica 50 de San Francisco, se recibió de técnico electrónico y donde todavía hoy es recordado por su pelea desde la presidencia del Centro de Estudiantes para que arreglen la caldera y tener agua caliente. Su primera incursión política.

Abogado de la Universidad de Córdoba y afiliado al PJ, antes de ser intendente de Córdoba capital fue ministro provincial de Industria, vicegobernador, diputado nacional y jefe comunal de San Francisco, la quinta ciudad de la provincia, y ahora está anotado para competir el año que viene por la gobernación, donde el principal rival será Juntos por el Cambio.

Martín Llaryora, intendente de la ciudad de Córdoba y precandidato a gobernador. Foto: Rafael Mario Quinteros

Llaryora revela que “hubo dos hechos” que provocaron el rechazo de los cordobeses al kirchnerismo, que apenas arañó el 10% de los votos en las últimas elecciones, y dónde Alberto Fernández logró el 29% en 2019, mientras que en esa elección en el total del país logró el 48,10%.

Cultor de la “antigrieta”, volvió a alinear a la capital con el mismo signo político de la gobernación después de 20 años. Hoy promociona a Schiaretti como candidato presidencial, realza la figura de José Manuel De la Sota y remarca que las posiciones extremas dentro de los partidos “son producto de los consultores”. Habla del impacto de la elección en Marcos Juárez y si debe ser nacionalizado el resultado.

Viajó a Buenos Aires porque el Congreso empezó a tratar el Presupuesto 2023 y quiere marcar posición: “Viene muy malo para para el interior. Estamos solicitando que cambien el Presupuesto“. En una charla con Clarín, critica la mirada porteña de los principales mandatarios de los últimos años y los beneficios para el AMBA en detrimento del resto del país.

-Empezó la discusión del Presupuesto 2023, donde están los subsidios al transporte, clave para las ciudades como Córdoba. ¿Viniste a hacer un planteo?

-La región del AMBA es totalmente subsidiada si se compara con cualquier región del Interior. Esto uno lo ve en agua y cloacas con Aysa, en la luz y especialmente en una diferencia que ya es insoportable con los subsidios al transporte. En ese presupuesto están los montos de subsidio y creemos que es una gran oportunidad para los legisladores que tienen en sus manos la posibilidad de cambiar el presupuesto porque como viene, viene muy malo para el interior.

-¿Qué piden?

-Estamos solicitando que cambien ese presupuesto y que generen un esquema de justicia. No queremos que le saquen subsidios al AMBA, queremos que nos den los subsidios que nos corresponden en igualdad de condiciones al Interior.

-¿Cuánto está el boleto de colectivo en Córdoba y cuánto pone el municipio para que se mantenga en esa tarifa?

-Nosotros estamos con un boleto federal donde tenemos el mismo costo con Santa Fe y Rosario, son $ 85. El subsidio es variable, el subsidio nacional no alcanza así que hay un subsidio provincial y el municipio tiene que subsidiar aún para llegar a esos $ 85. Y además, muchas veces adelantar el subsidio hasta que llegue el subsidio nacional. El subsidio nacional es poco y llega tarde, con lo cual tenemos que adelantarlo para no tener que sufrir los paros.

-Hay un chat de intendentes de ciudades grandes del país, donde son todos de distintos partidos. ¿Solo hablan del transporte?

-Es que la injusticia no es con respecto a un partido político. Acá hay una discriminación a todo el Interior de la Argentina. Si sacás Capital, que es el distrito más rico, y parte de la Provincia de Buenos Aires, todos estamos igual: discriminados. No solo en el transporte que es de una gravedad extrema porque es un servicio público que te permite ir a la escuela, a un hospital. Hoy solo es accesible únicamente en el distrito más rico de la Argentina. Fuera de ese sector de privilegio todo lo demás tenemos que estar haciendo malabares para que el servicio funcione y poniendo subsidios y con pasajes más caros.

-¿Solo hablan de transporte?

-No, no. Las diferencias son atroces, este es un país tremendamente unitario. Nosotros con algunos hablamos de la “República del AMBA”. Este es un país pensado para el AMBA, uno lo ve en las obras de infraestructura, en las boletas de luz… comparen la luz que se paga en Capital Federal con el Interior. Aysa es una empresa de agua y de cloacas que solo presta servicio en Capital y en el GBA y es nacional, la pagamos todos los argentinos. Todos los demás tenemos que ver cómo hacemos con el agua, las cloacas, lo mismo pasa con el transporte. 

Martín Llaryora, intendente de la ciudad de Córdoba y precandidato a gobernador. Foto: Rafael Mario Quinteros

-Alguna vez dijiste que el país era unitario y que incluso ese unitarismo estaba perjudicando los porteños. ¿Cómo es eso?

-La falta de condiciones de desarrollo en el interior profundo, al no generar otros polos productivos y de inversión, lo que ha hecho por muchos años es que la gente vea una potencialidad o mayor oportunidad de potencialidad de trabajo en Capital Federal. Se viene a Capital Federal a trabajar, a veces no consigue ese trabajo y termina integrando el conurbano bonaerense. Muchas de esas familias mo hubieran venido a Capital Federal si tuvieran oportunidades en el interior. Al Interior los gobiernos unitarios no lo desarrollan. Faltan obras de infraestructura que puedan hacer a muchas provincias más competitivas.

-¿Cómo cuáles?

-¿Cuánto vamos a esperar para que hagan los pasos a Chile? ¿Cuánto vamos a esperar para reactivar los ferrocarriles, las hidrovías, para llevarle el gas a toda la Argentina? En un lugar donde no tenés competitividad porque no tenés tren para traer tu producción, porque no tenés Internet, porque no tenés gas, es un milagro hacer una industria, o a una empresa ahí. Un país pensado unitariamente como está hoy lo único que perjudica es todos los argentinos, pero a la Capital Federal lo perjudica de esta manera.

-En esa lógica pareciera que a Buenos Aires, la Ciudad y el Conurbano les conviene que no haya pasos fronterizos de comercio con Chile para sacar la producción a Asia

-Se necesita alguien que piense en productividad y tenés que pensar en mejorar la competitividad, hacer infraestructuras federales. Recomiendo a cualquiera el “Libro Blanco” de la UIA, que es un libro que ha realizado la industria federal solicitando un montón de obras que mejorarían la competitividad de la Argentina. Hace muchos años que vienen habiendo pensamientos que tienen que ver con presidentes, en algunos casos muy vinculados a esta idea de Capital, del puerto, donde privilegia la importación y exportación. Cuando a vos te da lo mismo importar que exportar, cosa que nosotros no nos da lo mismo porque queremos producir, la verdad es que los números te cierran en importación y en la exportación. Acompañado al gran lobby financiero, en donde muchos años estuvo la patria financiera y nosotros queremos que los bancos le tengan que prestar a la producción.

-¿Dónde surgió el anti-kirchnerismo de Córdoba?

-Hubo dos hechos para mí. Para nosotros defender al campo, defender a la producción es defender a Córdoba. Entonces todo ataque al campo, a la producción, a la industria, la innovación, es un ataque hacia los cordobeses y la 125 fue un punto de inflexión para Córdoba, para todos los cordobeses y para nosotros también.

-¿Y el otro?

-Y hubo un segundo hecho muy grave, el acuartelamiento policial de 2013. Los policías no salieron y no nos enviaron las fuerzas nacionales para proteger a los cordobeses y nos dejaron a todos al libre albedrío de la delincuencia. Fueron dos hechos muy marcados en Córdoba, uno sobre la generación de trabajo, la producción y el otro sobre la vida directamente de las personas. Cuando la Policía en un reclamo se atrinchero, no salió, y no mandaron la fuerzas nacionales a ayudarnos. Esos dos hechos recalcaría.

Cuando vos vas contra el campo y la agroindustria, que son nuestras posibilidades de desarrollo, cuando nos metes retenciones, que es sacarnos parte del dinero a nosotros y y llevártelo a la Nación, vas contra la generación de la posibilidad de más empleo y nos estás sacando riquezas, ingresos que son de nuestras provincias y que haría crecer más a nuestras provincias. El petróleo tiene regalías y nosotros tenemos retenciones. Necesitamos que le saquen la pata a la producción.

-¿Qué nivel de diálogo tenes con el kirchnerismo, La Cámpora y Juntos por el Cambio desde la intendencia de Córdoba?

-Tenemos diálogo con todos porque para poder generar acuerdos tenemos que dialogar. Por eso más de una vez nos ven discutiendo continuamente, pero nosotros peleamos por Córdoba. Córdoba si uno lo ve es un país, con diversas actividades productivas y académicas. Con los dos gobiernos, el actual como el anterior, hemos tenido muchas discusiones por defender los intereses de los cordobeses. Defendemos al campo, la industria, las actividades de los emprendedores. Es muy distinto como nosotros pensamos el país, necesitamos sí o sí ser competitivos, ser productivo.

-Hace poco Facundo Manes visitó Córdoba, como integrante del Consejo de la Magistratura tuviste diálogo con Eduardo Wado de Pedro, hoy ministro del Interior.

-Después de tantos años de gestión tengo diálogo con todas las fuerzas políticas. Me parece que tendría que ser lo normal. Lo normal tendría que ser poder dialogar con las distintas fuerzas, es una virtud escuchar al otro. No se pueden hacer acuerdos de progreso si vos no podes dialogar. Afuera de Córdoba sorprende pero en Córdoba el gobernador Schiaretti o José Manuel tenían diálogo con todo el mundo, siempre lo tuvieron y siempre en la búsqueda de los consensos. Si vos decís: ‘Con este hablo y con este no‘, cuando te toca organizar una gestión el diálogo es una condición indispensable de cualquiera que quiera gobernar.

-Desde algunos sectores se critica tener diálogo o se ponen condiciones.

-Tenes que tener una capacidad de diálogo para conversar con todos los sectores, capacidad de construcción para poder llegar a los acuerdos, que esos acuerdos legitimen la posibilidad de poder llegar al progreso. Aquellos que plantean al revés: ‘Con aquel no dialogo‘, como un hecho de fortaleza cuando te toca gobernar es el peor hecho de debilidad y tal vez uno de los hechos de soberbia más grandes, que después terminan fallando en el gobierno porque no pueden dialogar, acordar.

-¿Te referís a las alas duras, los halcones?

-Sí. Creo que esos son producto de los consultores que tal vez les recomiendan que hay que estar en los extremos y que tal vez eso les da rédito electoral. Después cuando han tenido que gobernar han sido fracasos. El problema es que no fracasan ellos, el problema es que hacen fracasar al país y en vez de generar un país con más empleos son una máquina de generar pobres. No es un atributo estar en los extremos, sino que para mí es un atributo estar abierto al diálogo con la posibilidad de conversar con todos, poder escuchar a todos, para poder construir acuerdos. Un país que no puede construir acuerdos, que no puede pensar en el largo plazo, no puede generar políticas de Estado, no podes generar inversiones, no tenes seguridad.

-¿Cuál debería ser el punto de acuerdo?

-La primera política nacional de acuerdo que se podrían generar es claramente las obras de infraestructura para el desarrollo de la Argentina que sufre, espera y para la que no llegan nunca la respuesta. Se hacen obras monstruosas para los distritos más ricos de la Argentina y no se hacen las obras estratégicas para poder desarrollar la producción y sin producción, no hay empleo y sin empleo no crecen los países.

Schiaretti Presidente, Marcos Juárez y la deuda cordobesa

Llaryora y Schiaretti, juntos en 2017. Foto: Marcelo Daniel Cáceres

-En pocos meses hay elecciones, ¿vas a ser candidato a gobernador de Córdoba?

-Espero que Schiaretti sea el próximo presidente de Argentina, necesitamos los argentinos un presidente de las características de Schiaretti, que acompaña a la producción, que respete las instituciones, la libertad de prensa, que pueda dialogar con todos los sectores. Hoy estoy concentrado en hacer una muy buena gestión en la ciudad de Córdoba. Sobre la base de hacer una buena gestión, de mejorarla, de transformarla de mejorarle la calidad de vida a los vecinos, aspirar a la posibilidad de mejorarle la calidad a todos los cordobeses. Tenemos muchas cosas que venimos haciendo muy bien y como siempre uno termina una cosa y tiene que pensar en otra, porque el progreso nunca alcanza y claramente sobre lo hecho tanto por De la Sota como por Schiaretti, nosotros vamos a presentar un equipo de propuestas para seguir mejorando y para seguir en esa línea, con innovación, con creatividad.

-Hay un escenario de polarización, ¿con quién puede construir Schiaretti una alternativa desde el peronismo de Córdoba?

-Esas son definiciones que le tienen que preguntar a Schiaretti. Nosotros tenemos una una estructura, un gen de gobierno en el que creemos en los acuerdos, en acuerdos público privado. Por eso nos ven trabajando en conjunto con el campo, con la industria, con la producción, con la innovación, la ciencia, la tecnología, las academias, las universidades. Nosotros preferimos construir puentes, como decía De la Sota, y no trincheras. Esta cultura del odio, de la grieta, solo lleva a la división de los argentinos y va a ser imposible generar cualquier acuerdo a largo plazo en esta división que les permite ganar elecciones pero no le ha permitido gobernar y menos generar progreso para los argentinos. Desde el punto de vista de la estrategia electoral puede ser bueno, ahora de punto de vista del futuro de los argentinos es muy malo, con odio, con grieta, no vamos a ningún lado.

-¿Cuál es tu lectura de la elección en Marcos Juárez?

-En Marcos Juárez el intendente Dellarossa tiene una gran gestión, ha trabajado en conjunto siempre con nosotros porque trabajamos con todos los intendentes más allá del signo político. Y si bien nosotros teníamos un muy buen equipo, los vecinos de Marcos Juárez optaron frente a la gran gestión de Dellarossa darle continuidad a un equipo que los vecinos opinan que vienen haciendo bien las cosas.

-¿Es una exageración nacionalizar el resultado?

-Hay un máxima: si hacés una buena gestión no perdés la elección. Era muy difícil para nosotros. Y está bien que así sea, que los vecinos valoren las buenas gestiones y que le den continuidad. En este caso, al no ir él había una brecha de oportunidad y presentamos un gran equipo como para sobre lo construido por él, avanzar. Pero la gente dijo ‘No’, que sigue el mismo equipo que está. Hago una lectura muy simple: creo que hizo una buena gestión y me parece que así está bien porque es el premio al esfuerzo. La garantía de un buen resultado electoral cuando te toca gobernar es hacer un buen gobierno, es la mejor campaña.

Entrevista a Martín Llaryora, intendente de la ciudad de Córdoba. Foto: Rafael Mario Quinteros

-¿La ciudad de Córdoba es el único municipio con deuda externa en dólares?

-Es el único municipio que tiene deuda en dólares del país. Representó una gran dificultad como municipio poder hacer una renegociación de una deuda externa. Pero hemos logrado hacer una muy buena renegociación y hemos logrado plazos que nos permite ir cumpliendo con los compromisos. Nos parecía como tema central que la ciudad de Córdoba no cayera en default. Hicimos una renegociación y estamos cumpliendo con con los intereses.

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