El arquero fue determinante en las definiciones contra Colón de Santa Fe, River y, ahora, Boca. En San Juan, le detuvo los penales a Oscar Romero, Alan Varela y Sebastián Villa.
Facundo Altamirano, a sus 26 años, tiene apenas 84 partidos en Primera entre sus pasos por Banfield, Estudiantes de Caseros y Patronato. No llegó para ser titular pero una situación fortuita, como la lesión de su compañero Matías Mansilla -que sufrió un desgarro- lo mandó a la cancha, para no irse más. Este miércoles, en San Juan, vivió una de sus noches más importantes al atajar tres penales en la definición ante Boca, que le dio la clasificación al equipo entrerriano a la final de la Copa Argentina, la chance de conseguir el primer título de su historia.
El arquero, que llegó sin cargo desde Banfield, rechazó los disparos de Oscar Romero, Alan Varela y Sebastián Villa. “Estoy muy contento por todo. Ahora queda la final, este grupo se lo merece”, comentó apenas finalizó el encuentro y agregó: “La gente nos apoyó dese el primer momento, creo que el equipo se ganó el cariño dejando todo en la cancha. A pesar del descenso, nos levantamos”.
No ha sido fácil la carrera del arquerito nacido en Rojas, provincia de Buenos Aires, hace 26 años. Llegó a las inferiores de Banfield con edad de Séptima División y en 2014 subió a Primera. Aunque recién debutó en la máxima categoría el 12 de marzo de 2016 (9 días antes de cumplir 20 años), ante Independiente (1-3). El entrenador era Claudio Vivas.
Sin embargo, después de 17 partidos en casi dos temporadas, fue cedido a préstamo a Estudiantes de Caseros en 2019. Allí tuvo su primera noche consagratoria en la Copa Argentina, ante Colón, el 17 de octubre de 2019. En el tiempo reglamentario que finalizó 2-2 y en la definición por penales ganó el Pincha 7-6, donde le detuvo el primer penal a Guillermo Ortiz.
Regresó a Banfield pero no tuvo mucho lugar bajo la conducción técnica de Javier Sanguinetti. Por eso a principios de año pasó a Patronato, a préstamo sin cargo y con opción de compra. Patronato no logró mantener la categoría, pero en esta Copa Argentina eliminó a Colón, River y ahora a Boca por penales. Altamirano siempre fue protagonista.
“Creo que le van a dar la llave de Paraná a Altamirano”, aseguró Marcelo Estigarribia en los festejos. Es que el arquero atajó en los cuatro de los cinco partidos de la Copa Argentina. Fue titular en el 2-0 de la primera fase ante Morón. Luego, ni siquiera fue suplente en el 2-1 ante Gimnasia. Después, en octavos de final, le atajó un penal en tiempo reglamentario al Pulga Luis Miguel Rodríguez de Colón, y en la definición por penales (3-2) le detuvo un remate a Rodrigo Aliendro.
El encuentro de cuartos de final fue ante River y otra vez Altamirano se transformó en una pieza clave. El encuentro finalizó 2-2 en tiempo reglamentario y el Patrón se impuso 4-3 en los penales. El arquero rechazó el último penal de Matías Suárez. Y ahora, ante Boca, sobresalió con tres atajadas para meter al equipo entrerriano en la final de la Copa Argentina, en una noche inolvidable.
En total, en Copa Argentina, Altamirano atajó siete penales, uno en tiempo regular y seis en definición. Pero, además, en el torneo de la Liga Profesional que acaba de finalizar, atajó dos de los cuatro tiros de los doce pasos que le patearon: a Jesús Dátolo de Banfield y Jonathan Alvez de Unión. Lo que se dice, un año inolvidable que todavía no llegó a su fin porque el domingo jugará la final ante Talleres de Córdoba.