Ester García López declaró ante la prensa brasileña y dio detalles que podrían complicar aún más la situación del futbolista brasileño.
Mientras Dani Alves continúa detenido en Barcelona, sin privilegios y como un preso más en el Centro Penitenciario Brians 2 de Cataluña, sigue adelante la causa que busca esclarecer lo sucedido la noche del 30 de diciembre en el baño de la discoteca Sutton de la ciudad española.
El ex futbolista del Barça y uno de los grande socios de Lionel Messi adentro de una cancha fue denunciado de violación por una joven de 23 años y desde el viernes pasado se encuentra en prisión. Ester García López, abogada de la víctima, le concedió una entrevista al medio brasileño ‘UOL’ y dio detalles que comprometen todavía más al defensor de último paso por el Pumas de México.
“El acusado no usó preservativo”, sobresale de las declaraciones de la letrada. “Está recibiendo apoyo psicológico a través de una entidad pública especializada en el tratamiento de víctimas de violencia. El hospital le mandó un tratamiento completo encaminado a evitar cualquier tipo de enfermedad infectocontagiosa, pues él no utilizó preservativo. También tiene un tratamiento farmacológico con ansiolíticos para poder dormir”, agregó sobre el calvario que vive la joven.
García López, a su vez, destacó el accionar de su defendida en los minutos y las horas posteriores al hecho. “Por suerte, salió de la discoteca en ambulancia y fue directo a la Unidad Central de Agresiones Sexuales. Entonces, a diferencia de la mayoría de las víctimas de violencia sexual, quienes por el trauma lavan su ropa interior, ella no tuvo tiempo de pensar en eso. Rápidamente fue atendida, quedando ahí las evidencias”, contó.
Además, la dio valor a la lucidez de la víctima a la hora de declarar, tomando como referencia, nuevamente, casos anteriores. “Muchas mujeres sufren estrés postraumático y olvidan detalles, se acuerdan después, y eso invalida la verdad. No sucedió eso en su caso. Ella recordaba todo de principio a fin y ofreció una declaración concisa”. También quiso dejar en claro que no consumió alcohol aquella noche.
Al mismo tiempo, mostró conformismo por el accionar de la justicia. “Independientemente de cómo termine, para mí ya es un caso ejemplar por cómo empezó. Hay algunas figuras públicas que creen que están por encima del bien y del mal, que piensan que nadie creería jamás a una chica como mi cliente. La prisión sin fianza ya es ejemplar”, señaló la abogada, para luego acotar que “la condición económica favorable y doble nacionalidad (de Dani Alves) fueron determinantes para su arresto inmediato”.
“Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo”
Dani Alves pasó de ser un futbolista muy querido por el común de los futboleros, tanto por su talento y habilidad con la pelota en los pies como por su carisma y sonrisa constante, a que su imagen sea la de un violador. De ser reconocido como el más ganador de la historia (42 títulos contra los 41 de Messi) a un verdadero monstruo. Todo, en apenas días.
Así lo describió la víctima, quien se encuentra en shock por la traumática situación que le tocó vivir hace menos de un mes, y relató lo sucedido. Contó que Dani la llamó desde la puerta del baño del boliche para que se acerque y que ella accedió porque creía que era el acceso a un sector VIP de la discoteca. Allí la tiró violentamente al piso, la golpeó provocándole heridas en la rodilla y finalmente la violó. “Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo”, detalló en su declaración.
Alves pasó de jugar el Mundial con la selección brasileña y compartir equipo con figuras de talla mundial como Neymar, Vinicius Jr. y Philippe Coutinho (este último no estuvo en Qatar 2022), un lujo en el tramo final de su carrera, a compartir celda con Coutinho, no el delantero del Aston Villa, sino otro preso por delitos sexuales que tendrá un papel fundamental en la adaptación de su día a día en la prisión.
Su vida dio un vuelco y ahora debe esperar por el proceso judicial, sabiendo que puede llevar un largo tiempo y que, probablemente, no tengo un final feliz para él. Quienes convivieron estos días con el brasileño en prisión aseguran que “se le ve un tío duro, de gran entereza, consciente de que esto puede durar y sabedor de que si la prisión se eterniza será muy duro y deberá adaptarse lo mejor posible”.