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Sergio Massa había anunciado que llegaría hoy para hacer un monumento. «No queremos hacer de la muerte un show», denunciaron desde la organización
A través de un duro comunicado, Madres de Plaza de Mayo rechazó la repatriación del avión Short Skyvan, utilizado durante la dictadura militar para los llamados ‘vuelos de la muerte’, y se opuso a la realización de un monumento, una idea propuesta por Sergio Massa.
El ministro de Economía había planteado esta semana la intención de instalar la aeronave en el predio de la ESMA «como fiel testigo para estas y para las futuras generaciones de una de las épocas más oscuras de nuestra historia», según publicó en un tuit.
El avión, que se encuentra en Estados Unidos, despegará este sábado rumbo a la Argentina y se prevé que llegue «en unos días» al Aeroparque Internacional Jorge Newbery tras una serie de paradas técnicas, según afirmó la agencia Télam. Será un recorrido que está clasificado como «confidencial».
Una vez en Aeroparque y previo a su instalación en el predio de la exEsma, el Skyvan PA-51 recibirá las últimas tareas de reparación y pintura para reconstruir, con la mayor exactitud posible, su estado original.
Sin embargo, la idea de exhibirlo en el predio de la Escuela de la Mecánica de la Armada no gustó dentro de Madres de Plaza de Mayo.
Se trata de la misma aeronave utilizada el 14 de diciembre de 1977 para arrojar a las aguas del Río de la Plata a Azucena Villaflor de De Vincenti, Mary Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, tres de las madres que fueron detenidas-desaparecidas durante la última dictadura militar, y a las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.
«Las Madres rechazamos y repudiamos que el avión desde el cual nuestras tres compañeras fueran arrojadas vivas a las aguas luego de ser secuestradas por la dictadura genocida, sea repatriado desde Estados Unidos y llevado para su exhibición en la ex-ESMA», escribieron en un duro comunicado publicado este sábado.
En ese sentido, plantearon la idea de fundirlo para hacer una escultura en lugar de hacer «de la muerte un show». «En vez de exhibirlo como un trofeo de la memoria, queremos que se funda su hierro para convertirlo en un Pañuelo Blanco gigante, que honre nuestra lucha», sostuvieron.
«Para las Madres de Plaza de Mayo nuestro pueblo y las futuras generaciones, necesitan de nosotras una memoria fértil, en movimiento, que ponga el foco en recordar la vida y las luchas revolucionarias de nuestros hijos e hijas, y no en el horror», remarcaron.
También apuntaron contra Estados Unidos: «Nos repugna que envíen esa nave a nuestro país como si los diferentes gobiernos de su Estado no hubieran tenido nada que ver con el genocidio y la cadena de complicidades empresariales, políticas y diplomáticas que lo hicieron posible», lanzaron.
La aeronave, propiedad de un empresario estadounidense que tuvo «el recaudo de guardar las piezas originales» se encontraba actualmente en un hangar de la ciudad estadounidense de Dekalb -cercana a Chicago- en la «puesta a punto» para emprender el regreso a Buenos Aires, explicaron desde la cartera de Economía.
Asimismo, subrayaron que el dueño «conservó documentación de vuelo original desde que el avión se encontraba en la Argentina» en la década del 70, lo cual reviste de un «gran valor» para aportar a la reconstrucción de aquellos operativos denominados «vuelos de la muerte» que partían con prisioneros desde la entonces ESMA para luego ser arrojados vivos al Mar Argentino.