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Garantizar el voto del conjunto de los diputados y que en el Parlament de Cataluña se pueda «hablar de todo». Son las dos promesas que ha hecho el nuevo presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, tras ser elegido por un pacto entre Junts, ERC y la CUP, que ha conseguido preservar la mayoría independentista de la Mesa, pese a haberla perdido en las urnas el pasado 12 de mayo.
En su primer discurso, Rull ha calificado de «anómalo» que los diputados Carles Puigdemont, Lluís Puig y Ruben Wagenberg no hayan asistido a la sesión constitutiva del Parlament, porque siguen residiendo en el extranjero por su situación judicial, y ha pedido «poder reorientarlo».
Así lo ha afirmado en un discurso en el que se ha elogiado especialmente a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, presente en el hemiciclo. Rull ha recordado su condena a 11 años y medio de cárcel por el ‘procés’ y ha sostenido que los parlamentarios deber ser «inviolables» y que no pueden ser «perseguidos» por su labor.
«En el Parlament se tiene que poder hablar de todo. Prometo garantizar los derechos de todos los diputados y diputadas«, ha rematado, al mismo tiempo que ha pedido poder hacer política «en libertad» y «sin miedo a ser encarcelado».