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La noche del 30 de marzo de 2021 va a quedar en la memoria para toda la familia Cagnoli. Aquella noche la empresa tandilense sufrió un incendio que destruyó por completo su planta de procesamiento de carne. Pero esa pesadilla ya quedó en el pasado, y luego de tres años, la firma pone en marcha su nueva planta que se proyecta como modelo en Argentina y Latinoamérica.
«En aquel momento se diseñó muy rápido un plan de trabajo para salir adelante y conservar todas las fuentes de trabajo. De esa manera pudimos continuar con la producción», recordó Pablo Cagnoli, presidente de la empresa y tercera generación familiar, en el marco de la Exposición Rural de Palermo, sobre cómo actuaron cuando llegaron a la planta y vieron cómo su esfuerzo se destruía en unos minutos.
Así, con situación extraordinaria, y con el empuje y la solidaridad del pueblo bonaerense, pudieron seguir adelante con la producción. Y avanzar en la nueva planta que demandó una inversión de US$ 15 millones.
Parte de la familia Cagnoli escuchan al cocinero Juan Braceli. Foto Federico López ClaroParte de esa inversión fue cubierto por el seguro, pero admitió problemas con el manejo de lo cobrado. «Queríamos reconstruir, entonces el problema era donde teníamos el dinero del seguro. De lo que cobramos, con índices que nosotros tomamos para hacer la reconstrucción a fin de obra, tuvimos una pérdida de un 20% por una cuestión financiera. No somos financieros, pero tampoco somos tan malos haciendo finanzas. El país era una montaña rusa, y tenía más bajadas que subidas. Todos los días nos levantábamos con una nueva devaluación, lo que para nosotros era una catástrofe. Podía ser no reconstruir», contó.
Al respecto, valoró el rol de los proveedores que tomaba el pago total de los insumos sin saber qué podía pasar posteriormente.
Ahora, la realidad es otra y ya miran hacia adelante con perspectivas de seguir creciendo en la producción y la comercialización tanto de carne fresca y congelada de cerdo como en chacinados.
Cagnoli faena unos 3.600 animales semanales y el objetivo a corto plazo es elevar esa cifra a 5000-6000 animales.Esta nueva planta de desposte (ciclo II) cuenta con tecnología de última generación, con mayor capacidad productiva, mayor seguridad productiva y un impacto directo en la calidad de sus productos. Además, el proyecto de reconstrucción incluyó desde el inicio incorporar nuevos espacios y servicios orientados a brindar mayor confortabilidad: un nuevo comedor, nuevos vestuarios, espacios de descanso, sala de lactancia y sala de capacitación.
En total, en Cagnoli trabajan 530 personas de forma directa. y piensan sumar unas 70 personas más.
Según indicó Pablo, antes del incendio que destruyó la planta, exportaban un 30% de la producción a China y Rusia. Principalmente, carne congelada de cerdo y en una porción más chica, salames y fiambre. Hoy, apuntó, se están reabriendo mercados, como Vietnam y Uruguay, y la planta tiene capacidad para que las exportaciones crezcan hasta el 50%, siempre buscando integrar la media res.
«Se están abriendo mercados para mercaderías que no se consumen acá, como son las patitas, las orejas y la cabeza del cerdo», enumeró.
A su vez, remarcó la importancia de poder crecer en los envíos al exterior para poder mantener los valores a los productores y llegar a precios competitivos al consumidor.
Cagnoli faena unos 3.600 animales semanales y el objetivo a corto plazo es elevar esa cifra a 5000-6000 animales. Entre propio y productores que tiene convenio, representan el 60% de la faena. El resto proviene de producciones de terceros.
“La planta nueva nos va a dar la posibilidad de tomar nuevos mercados, tanto el de exportación como algunos mercados locales que habíamos perdido. Con nueva tecnología, nuevas instalaciones, y con el mismo espíritu innovador y amor por la calidad de siempre”, cerró Fabio Cagnoli, director de la empresa.